@RevistaLuzes e @GalizaAnoCero. COMO CONSTRUÍR MEDIOS DE COMUNICACIÓN DENDE A BASE

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Contra o rabaño dixital

  Reproduzo aquí unha recensión sobre o último libro de Jaron Lamier no El Cultural (02.12.2011).

En 2006, el artista e ingeniero informático Jaron Lanier (NY, 1960) publicó un ensayo incisivo, rompedor y muy controvertido sobre “el maoísmo digital”, acerca de los aspectos negativos del colectivismo digital y la consagración de “la sabiduría del rebaño” por los entusiastas de la Web 2.0. En él, Lanier sostenía que el diseño (o ratificación) por un comité no suele tener como resultado el mejor producto, que los nuevos valores y actitudes colectivistas -encarnados por todo, desde Wikipedia hasta Operación Triunfo, pasando por las búsquedas de Google- disminuyen la importancia y la singularidad de la voz individual, y que la “mentalidad de colmena” puede desembocar fácilmente en la ley de la calle. Ahora Lanier amplía esta tesis todavía más, analizando las repercusiones que “el totalitarismo cibernético” tiene para nuestra sociedad en general. Aunque alguna de sus sugerencias para abordar estos problemas se adentran en un pantano técnico que el lector lego en la materia tendrá dificultad para seguir, la mayor parte del libro es lúcido, poderoso y persuasivo. Es una lectura imprescindible para cualquiera al que le interese cómo la red y la tecnología que utilizamos a diario están remodelando la cultura y el mercado. Jaron Lanier, un pionero en el desarrollo de la realidad virtual y un veterano de Silicon Valley, no tiene nada de ludita antitecnológico, como han insinuado algunos de sus detractores. Es alguien que conoce bien el mundo digital y quiere defender “un nuevo humanismo digital”. Y es que, según él, corremos el riesgo de que las decisiones de los ingenieros informáticos determinen el comportamiento de los usuarios y queden “congeladas por un proceso conocido como enganche”. Esto es, del mismo modo que las decisiones sobre las dimensiones de las vías del tren determinaron el tamaño y la velocidad de los trenes durante décadas, las decisiones que se toman actualmente sobre el diseño de programas podrían tener como resultado “normas definitorias e incambiables” durante muchas generaciones. Las decisiones tomadas en los años de formación de las redes informáticas, por ejemplo, promovían el anonimato digital, y a lo largo de los años, sostiene Lanier, a medida que millones de personas empezaron a usar la Red, el anonimato ha dado alas al lado oscuro de la naturaleza humana. Han prosperado los ataques maliciosos y anónimos contra individuos e instituciones, y lo que Lanier denomina una “cultura del sadismo” se ha vuelto dominante. En algunos países, el anonimato y el comportamiento de rebaño han tenido como consecuencia verdaderas cazas de brujas. “En 2007”, relata, “una serie de mensajes de La letra escarlata en China incitaron a las multitudes de internet a dar caza a los acusados de adulterio. En 2008, la atención se centró en los que simpatizan con el Tibet”. Lanier señala sensatamente que la “sabiduría del rebaño” es un instrumento que debería utilizarse de manera selectiva, en vez de ser glorificado por sí mismo. Sobre Wikipedia escribe que “es estupendo que ahora disfrutemos de la cooperación en la cultura popular”, pero añade que los valores y actitudes del sitio ratifican la noción de que la aportación individual -incluso la de un experto- es prescindible, y “la idea de que el colectivo está más cerca de la verdad”. Se queja de que Wikipedia suprime las voces individuales, e igualmente afirma que el rígido formato de Facebook convierte a los individuos en “identidades de respuestas múltiples”. Al igual que Andrew Keen en The Cult of the Amateur [El culto del Aficionado], Lanier es elocuente respecto a cómo la propiedad intelectual se ve amenazada por la economía del contenido gratis en Internet, la dinámica de rebaño y la popularidad de los sitios de agregación. “Una impenetrable sordera impera en Silicon Valley en lo referente a la idea de la autoría”, escribe, recordando la predicción que hizo en 2006 el director de Wired, Kevin Kelly, de que el escaneado masivo de libros crearía un día una biblioteca universal en la que ningún libro sería una isla; a efectos prácticos, un texto monumental que puede buscarse y remezclarse en la Red. “Podría empezar a suceder en la próxima década, o así”, escribe Lanier. “Google y otras empresas están escaneando libros de todas las bibliotecas en la nube como parte de un enorme Proyecto Manhattan de digitalización cultural. Lo que ocurra a continuación será crucial. Si se accede a los libros en la nube a través de interfaces de usuario que fomenten mezclas de fragmentos que oscurezcan el contexto y la autoría de cada uno de ellos, no habrá más que un solo libro. Esto es lo que ya sucede con gran parte del contenido; a menudo, no se sabe de dónde procede una cita de una noticia, quién escribió un comentario, o quién grabó un video”. Aunque esta evolución pueda parecer buena para los consumidores -¡tantas cosas gratis!- hace que a la gente le resulte difícil discernir la fuente, el punto de vista y el grado de tergiversación de un determinado fragmento con el que tropiezan en la Red. Además, anima a los productores de contenidos, en palabras de Lanier, “a tratar los frutos de sus intelectos e imaginaciones como fragmentos para dárselos a la mente-colmena sin recibir dinero a cambio”. Unos cuantos afortunados, señala, pueden beneficiarse de la configuración del nuevo sistema, reinventando sus vidas en narrativas “de mercadotecnia todavía novedosa”. Es el caso, por ejemplo, de Diablo Cody, “que trabajó como artista de striptease, capaz de escribir un blog y llamar la atención lo suficiente como para obtener un contrato para escribir un libro, y encima tener la oportunidad de que conviertan su guión en una película (en este caso, la muy aclamada Juno). Sin embargo, teme que “la inmensa mayoría de periodistas, músicos, artistas y cineastas se arriesguen a que su carrera caiga en el olvido por culpa de nuestro fracasado idealismo digital”. Paradójicamente, los mismos medios de comunicación antiguos que están siendo destruidos por la Red dan pie a una cantidad sorprendente de charlas digitales. “Los comentarios sobre programas de televisión, películas importantes, estrenos musicales comerciales y videojuegos deben de originar casi el mismo tráfico de bits que el porno”, comenta Jaron Lanier. “Eso no es malo, desde luego, pero si la Red está matando a los viejos medios de comunicación, nos enfrentamos a una situación en la que la cultura se está comiendo de hecho su provisión de semillas”. En otros pasajes de este provocador libro, que seguramente levantará polémica, va aún más lejos e insinúa que “un malestar nostálgico se ha apoderado de la cultura popular”, que “la cultura de Internet está dominada por mezclas triviales de la cultura que existía antes del comienzo de las mezclas, y por las respuestas de los aficionados a los cada vez más escasos destacamentos de los medios de comunicación centralizados”. La cultura digital, prosigue, “es una cultura de reacción sin acción” y las reflexiones de que “estamos entrando en un periodo de calma transitorio antes de una tormenta creativa” no son más que eso, reflexiones. “La triste verdad”, concluye, “es que no estamos viviendo una calma pasajera antes de la tormenta. En lugar de eso, hemos caído en una somnolencia persistente, y he llegado a creer que sólo nos libraremos de ella cuando matemos a la colmena”.

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Entrevista con Víctor Sampedro en @galizaanocero

Catedrático de Comunicación Política da Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Víctor Sampedro naceu en Viveiro (1966) e ten publicado ampliamente sobre opinión pública, movementos sociais, xornalismo e democracia dixital. Dá conta deses asuntos, abordando as mobilizacións tecnopolíticas das dúas últimas décadas e teorizando a crise da comunicación convencional.

Dirixe o Máster en Comunicación, Cultura e Cidadanía Dixitais, un posgrao oficial pioneiro na docencia en aberto. As clases consisten en conferencias presenciais, de asistencia libre e difundidas por internet; e cada ano desenvólvense una ducia de proxectos teórico-prácticos na sede do MediaLab Prado (Madrid). O seu proximo libro, Cuarto Poder en Rede. Por un xornalismo (de código) libre, será publicado por Icaria na primavera 2014.

Conversamos con Víctor Sampedro aproveitando a súa visita á Coruña o pasado mes de setembro para participar no seminario Medios, comunicación e poder.

Reflexión sobre o valor da innovación no mundo tecnolóxico. É extensible a outros eidos?

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Interesante reflexión de Enrique Dans sobre a innovación no mundo da tecnoloxía:”El valor de la innovación no está en evitar que te copien, sino en conseguir que todos te quieran copiar“. Isto sería aplicable a outros eidos do saber?

Deixovos aquí o texto completo do seu post:

Innovar no consiste en blindar lo que haces mediante oscuridad, secretos y patentes para que a otros les sea mucho más difícil seguir por el camino que tú has abierto. No consiste en castigar y multar al que te copia. Porque el que te copia, por definición, va por detrás de ti.

Innovar consiste en crear cosas nuevas con la mentalidad de aprovechar la ventaja del pionero que obtendrás con ellos durante un tiempo corto y limitado, sabiendo que cuando los que te quieran copiar lo hayan conseguido, tú ya estarás en el siguiente paso de la innovación, y ellos solo serán eso: copias. Innovar es contribuir al progreso, no dificultarlo. Ser innovador no es tener una idea y buscar vivir de ella en el futuro, sino tener una actitud que te permita tener esas ideas constantemente. Innovar no es un momento, es un continuo. Es una mentalidad, un estado de ánimo, un reto constante, no un acomodarse porque “total, ya lo tenemos patentado“. Se innova en las compañías, no en los juzgados. Si tienes que pedir a los juzgados que protejan tu innovación, es que ya no eres realmente innovador. Decir que la victoria de ayer es “una cuestión de valores” implica, desgraciadamente, que has perdido esos valores. Al final del camino, puede incluso que Samsung haya sido la ganadora de todo esto.

Si innovas y lo haces bien, todos te copiarán, y tú serás el que innova entre muchos que copian. El valor de la innovación no está en evitar que te copien, sino en conseguir que todos te quieran copiar.

Was ist Hacktivism?

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Quelle: El Mundo (16.04.2015)

Cuentan los viejos del lugar que un gusano fue la primera arma hacktivista de la historia. Un ‘gusano informático’, claro, un tipo de virus que puede replicarse solo, saltando de ordenador a ordenador a través de los agujeros de seguridad de sus programas. El hacktivismo, también llamado desobediencia civil electrónica, significa usar las artes del hacking y la tecnología para conseguir un objetivo político o social. Desde que nació, en los 90, ha evolucionado espectacularmente.

No está claro quién inventó la palabra ‘hacktivismo’. Según la Wikipedia, fue el escritor Jason Sack quien la usó en un artículo de ‘InfoNation’, en 1995. Según la comunidad hacker, un miembro del famoso grupo Cult of the Dead Cow (CdC), Omega, inventó el término: “Empezó a usarlo como una broma para describir las acciones de protesta en línea. Oxblood (que en 1999 crearía el subgrupo Hacktivismo) se apropió de la palabra y empezó a usarla en serio; después lo hicieron muchos periodistas”.

El primer caso conocido de lo que se consideraría hacktivismo se remite a mucho antes del invento de la palabra, a octubre de 1989, cuando un gusano informático penetró en las redes del Departamente de Energía del gobierno norteamericano, en la Red de Física de Alta Energía HEPNET y en el programa SPAN de la NASA. El gusano, llamado WANK, cambió el mensaje de entrada a estos sistemas.

Los creadores de virus han sido bastante dados a usar sus criaturas para reivindicaciones, como el virus Anti-Tel del grupo catalán Los Dalton, que en 1991 se quejaba de las elevadas tarifas de Telefónica. O el Anti-ETA creado por GriYo del grupo español 29A en 1998, como protesta por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco.

Las principales armas del hacktivismo son losdefacementsy los ataques de Denegación de Servicio (DoS). Un ‘deface’ consiste en asaltar el servidor web de una organización y cambiar su portada, con un mensaje que usualmente exhibe el por qué de la acción. Los ataques de DoS son bombardeos: se reúnen cuantos más ordenadores mejor y se les ordena lanzar datos contra el objetivo. Estos datos pueden ser, por ejemplo, demandas de acceso a una página web, que sucumbe ante tanta demanda y acaba “frita”.

Pero la tecnología inició su camino dentro de la acción política y social de una forma mucho más pacífica. En la década de los 80 y primera mitad de los 90 no se hablaba de hacktivismo sino de net-activismo. Este consistía en, por una parte, crear organizaciones que luchaban a favor de los derechos de los internautas, como la mítica Electronic Frontier Foundation en Estados Unidos. Por otra parte, había grupos que ayudaban a organizaciones políticas, sociales y alternativas a entrar en Internet, proveyéndolas de acceso, soporte técnico, hospedaje para sus foros y webs, etc.

Los “culpables” de la radicalización fueron los italianos. Concretamente colectivos como Los Anónimos, Isolle Nella Rete y Strano Network, quienes en 1995 sorprendían al cibermundo organizando la primera ‘netstrike‘ o manifestación virtual contra ordenadores del gobierno de Francia, en protesta por el bombardeo nuclear del atolón de Mururoa.

La ‘netstrike’ consistía en convocar a cuanta más gente mejor, el mismo día a la misma hora, y acceder todos repetidamente a la misma página web, para saturarla o tumbarla. Los activistas lo comparaban a una manifestación en el mundo real, con sus daños asociados, en este caso la saturación de una web, parecidos a cuando los manifestantes bloquean una calle y no dejan circular durante unos minutos o horas.

Buena parte de la comunidad hacker no estaba de acuerdo con las ‘netstrikes’ porque amenazaban la integridad de las redes, algo contrario a la ética hacker, y porque al colapsar un servidor impedían que el resto de usuarios del mismo, que no tenían nada que ver con la web atacaba, sufriesen también las consecuencias. Uno de los adalides del primigenio hacktivismo, Ricardo Domínguez, respondía a los críticos: “Debe haber momentos en que la gente pueda marchar por la superautopista. No digo que tenga que ser siempre, sólo que tácticamente es bueno, por unas horas. Es mejor que tumben un servidor a que te den un balazo“.

Mehr information:

  1. Arte e intervención social: artivismo
  2. Veranstaltung: Bürgerbewegungen und Kooperation 2.0. Die Erfahrungen der Bewegung Marea Atlántica
  3. Quen goberna a web?
  4. Qué es un hacktivista y cómo puedes convertirte en uno de ellos

Digitale Dolmetscher statt langer Recherche

Von Dirk Asendorpf auf DeutschlandRadiokultur

Was einst nur in der Science Fiction möglich war, soll jetzt Wirklichkeit werden: Kleine Computer, die problemlos zwischen den über 6000 Sprachen der Welt dolmetschen können. Google und Microsoft bieten dazu erste Testversionen.

Mann: “Good afternoon, Melanie, how are you?”
Computerstimme: “Aber nach Neuen, Melanie, wie geht es Dir?”

Dumm gelaufen. Ausgerechnet bei der ersten großen Präsentation des groß angekündigten Übersetzungsprogramms scheiterte die Technik schon an der simplen Begrüßungsformel.

Frau: “Mir geht es gut, wie geht es Dir?”
Computerstimme: “Well, how is it me friends?”

Computerübersetzungen gibt es seit vielen Jahren, oft klingen sie befremdlich, verschaffen einem aber doch einen groben Eindruck des Inhalts fremdsprachiger Texte. Je nüchterner und fachlichsprachlicher sie sind, desto besser klappt das bereits. Jetzt wagen sich Google und Microsoft an die ungleich schwerere Aufgabe, mündliche Alltagskommunikation in Echtzeit zu übersetzen.

Drei Schritte muss ein Simultandolmetscher – egal ob Mensch oder Maschine – beherrschen: Spracherkennung, Übersetzung, Sprachausgabe. Schon mit dem ersten tun sich Computer schwer.

“Wenn Sie Spontansprache haben, wenn mehrere Leute zur selben Zeit sprechen, wenn Sie Echo im Raum haben – all das erschwert die Spracherkennung so enorm, da ist die Hälfte falsch.”

Wichtig ist der Sinn bei einer Übersetzung

Der Informatiker Alex Waibel arbeitet seit über 25 Jahren in Deutschland und den USA an Übersetzungsprogrammen. Mit seinem Team hat er 2009 die Jibbigo-App für das iPhone entwickelt, die erste Übersetzungs-App überhaupt. Es wundert ihn nicht, dass Microsoft die im Dezember veröffentlichte Testversion für seinen Video-Telefondienst Skype mit der Sprachkombination Englisch-Spanisch ausgestattet hat. Deutsch-Englisch soll erst in diesem Jahr folgen. Das werde noch komplizierter, erklärt Waibel in seiner Vorlesung am Karlsruher Institut für Technologie, vor allem aufgrund der vielen zusammengesetzten Hauptworte und der deutschen Unart, einen Teil des Verbs bis zum Ende des Satzes zurückzuhalten.

“Ich melde mich zu der Konferenz, die nächste Woche in Kalifornien stattfinden wird – und dann kommt irgendwann “an” oder “ab”, fünf Minuten später. Und das verändert die Bedeutung des Satzes dann natürlich komplett. Da drehen Sie durch. Da drehen übrigens auch menschliche Übersetzer durch. Und was die dann machen ist: die raten mal und sagen’s dann einfach so und wenn sie dann falsch sind, dann müssen sie es hinterher korrigieren. Aber unsere Maschinen haben da keinen Dunst, und dann kommt halt auch teilweise Unverständliches raus.”

Weltweit lebt eine halbe Million professioneller Übersetzer vom Kampf gegen die babylonische Sprachenvielfalt. Das wird vorerst auch so bleiben. Denn sprachliche Feinheiten kann nur korrekt übersetzen, wer ihren Sinn versteht – und das werden die Computerprogramme auf absehbare Zeit nicht. Wohl aber könnten sie bald für eine rudimentäre Kommunikation zwischen Menschen sorgen, die sich ansonsten überhaupt nicht verstehen würden. Bei der Präsentation des Skype-Translators klappte das schon – wenn auch erst im zweiten Anlauf.

Mann: “Melanie, say that again.”
Computer: “Melanie, sag das nochmal.”
Frau: “Mir geht es gut, wie geht es Dir?”
Computer: “I’m well, how are you doing?”

MEHR ZUM THEMA:

Markenrecht – Das Langenscheidt-Gelb bleibt exklusiv
(Deutschlandradio Kultur, Interview, 18.09.2014)

Frage des Tages – Werden Übersetzer überflüssig?
(Deutschlandradio Kultur, Kompressor, 30.09.2014)

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Achtung: Google übersetzt eine Rechtssache

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http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/02/19/catalunya/1424362535_197602.html